Es la habilidad de utilizar equipos y redes sociales de una manera saludable, permitiendo un balance entre la vida online y offline. Muchos aspectos tienen que ser considerados en el uso del mundo digital y podemos tratarlo según las edades de los usuarios.
Los usuarios jóvenes deben cuidar tanto la responsabilidad de usarlo, así como la protección de al ser usuario y ser influenciados negativamente por usuarios mayores. Las entidades de educación, los padres y las autoridades deben colaborar conjuntamente en estos aspectos, para evitar bulling, abuso sexual, etc.
Por otro lado, las personas mayores, potencialmente están expuestas a los mismos problemas que los jóvenes y deben tanto ser responsables en su uso, como evitar caer en manos de hackers que puedan utilizar su información para robos, fraudes, etc.
En estos dos casos las autoridades, así como las mismas redes sociales deben desarrollar herramientas para proteger a todos los usuarios.