No suelo escribir de política, la situación actual del país y la polarización me mantienen en los linderos de los negocios. Sin embargo, por todo lo que está pasando, incluso el saber que nuestros aliados poseen intereses diferentes, me lleva a escribir unas cortas palabras.
El domingo 13 de Marzo se inició un proceso de definiciones a través del voto, de los deseos de la población sobre escoger sus dirigentes de los próximos 4 años. Escoger el presidente, primera figura de la rama ejecutiva y al congreso cabeza de la rama legislativa, es fundamental pues se elige a quienes manejarán el 66% del poder estatal.
Ningún sistema de gobierno, ni económico, son perfectos. Por decisión de nuestra Carta Magna, poseemos un sistema democrático presidencialista y un sistema económico conocido como capitalista. Esos dos sistemas nos han permitido construir un país, que aunque imperfecto y con mucho por hacer y mejorar, es una muy buena base para seguir construyendo un mejor y más equitativo futuro que nos beneficie a todos.
Nada es fácil, pero es mejor construir sobre lo construido y conocido, arreglando lo malo y potenciando lo bueno, que lanzarnos a probar suerte sobre propuestas que no son parte de un plan organizado de gobierno, sin saber si son o no necesarias y menos aún, que no poseen claridad de dónde saldrán los recursos , quienes con capacidades demostradas las dirigirán y cuáles serán sus resultados.
Ese camino que se vende como atractivo, nos puede llevar a perder más de 100 años de esfuerzo y construcción, hacernos propietarios de una ruina económica (Cuba, Venezuela, Argentina, Nicaragua), y con ello perder la libertad cómo seres humanos ante un régimen que no conoce de derechos de la ciudadanía.
Por otro lado, y ante hechos irrefutables y sorpresivos, nos enteramos en estos días que estamos solos en esta lucha por la democracia, nuestros socios poseen otros intereses respetables, que los lleva a entenderse con nuestro enemigo, esto tan disiente nos enseña que si deseas lograr algo, lo debes buscar por tus propios medios.
Mantenernos como democracia, en un orden económico que respeta las libertades individuales, la propiedad privada y la generación de riqueza, será una lucha que debemos dar solos, pues somos los únicos interesados reales. Combatir el narcotráfico y la corrupción es nuestra obligación. No para satisfacer a otros países, si no para ser viables y tener futuro como país. De ahí que, como todo en la vida, “si lo quieres debes ir por el. Nadie nos va a regalar nada.”
Amigos, iniciamos el proceso para definir el país que a futuro queremos, espero que sea uno del cual nos sintamos orgullosos, donde las oportunidades de crecer como sociedad se den, que las distancias sociales y económicas se acorten, qué la pobreza desaparezca, que la educación y la salud llegue a todos, que la corrupción se combata, que al llegar a nuestros hogares a diario, sea para compartir los logros de cada uno, y que con orgullo nos sintamos parte de un país Justo, próspero y con futuro.
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